Ana Belen Elgoyhen: los jóvenes científicos deben tener un espacio de interacción con la ACAL
Miembro de la Academia de Ciencias de America Latina desde 2016, es optimista en torno a la organización. Cree que la ACAL tiene el potencial de desempeñar un papel fundamental como promotor de las relaciones entre los científicos latinoamericanos. Sostiene que los científicos latinoamericanos han logrado realizar descubrimientos de relevancia internacional, gracias a la dedicación, la creatividad y el compromiso de los investigadores, a pesar de que muchas veces trabajan con recursos limitados, mientras son vulnerables a los vaivenes de la política. De la ciencia latinoamericana, de los jóvenes científicos, del papel de la mujer científica y de la ACAL habla Ana Belen Elgoyhen en la primera entrevista de 2025 de la web de la academia.
Ana Belen Elgoyhen, doctora en bioquímica, es investigadora del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) en el Instituto de Investigaciones en Ingeniería Genética y Biología Molecular Dr. Héctor N. Torres, profesora adjunta en el Departamento Farmacología de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y profesora adjunta del departamento de otorrinolaringología de la Escuela de Medicina de la Universidad Johns Hopkins.
Elgoyhen es reconocida por “haber descubierto dos proteínas fundamentales para el funcionamiento del oído interno y la modulación de todo aquello que escuchamos (técnicamente, el sistema eferente olivococlear)”. La explicación va un poco más allá: “es un hallazgo trascendental para la investigación en temas de audición, ya que revela algo del «cómo» en la protección del propio sistema auditivo frente a sonidos intensos; esos sobrestímulos que pueden derivar en una pérdida de la audición (hipoacusia) o en acúfenos (“sonidos fantasma”, carentes de fuente sonora externa), explic el diario El Clarin .
A lo largo de su carrera Elgoyhen ha recibido numerosos premios y distinciones, 18 entre 1988 y 2023, entre ellos el Bernardo Houssay (2002 y 2014), el Premio Loreal-Unesco (2008), el TWASA (2011), el Konex en 2013 y 2023 y en 2028 el Grand Prix de la Fondation Pour l’ Audition dee Francia.
De lo general…
¿Qué opina del desarrollo de la ciencia en América Latina?
— La calidad del recurso humano en nuestra región es excepcional. A pesar de los desafíos presupuestarios, los científicos latinoamericanos han logrado realizar descubrimientos de relevancia internacional. Esto se logra gracias a la dedicación, la creatividad y el compromiso de los investigadores, quienes muchas veces trabajan con recursos limitados.
Sin embargo, la comunidad científica de nuestra región es vulnerable a los vaivenes políticos. Por ejemplo, la situación en Argentina se ha agravado en el último año debido a un gobierno que ha reducido drásticamente el apoyo a la ciencia y puesto en duda la importancia del aporte de los científicos al desarrollo del país. En este contexto, la dependencia de financiamiento externo y colaboraciones internacionales se ha vuelto aún más crítica.
Cuál es su visión acerca del papel de la mujer en la ciencia, en especial en América Latina, ¿cree que se ha estancado o gana más espacio cada día?
–El rol de la mujer en la ciencia ha avanzado significativamente a lo largo de los años, impulsado tanto por la notable capacidad y dedicación de las mujeres científicas como por la implementación de programas que fomentan su participación en el ámbito científico. Sin embargo, aún persiste una brecha en los cargos superiores, donde los hombres continúan siendo mayoría. Este desequilibrio refleja desafíos estructurales y culturales que aún deben ser abordados para garantizar una representación más equitativa en todos los niveles de la ciencia.
A lo particular…
¿Cómo ve en el futuro cercano el papel de la ACAL como promotor de las relaciones entre los científicos latinoamericanos?
–En el futuro cercano, ACAL tiene el potencial de desempeñar un papel fundamental como promotor de las relaciones entre los científicos latinoamericanos. Para lograrlo, sería clave que la organización implemente programas que fomenten encuentros regionales, incluso en formato virtual, y acciones específicas de intercambio entre investigadores.
Dos programas recientes que ya apuntan en esta dirección son ACALconecta y el programa de pasantías para jóvenes científicos en laboratorios distintos al de su lugar de trabajo. Estas iniciativas no solo fortalecen las redes de colaboración, sino que también promueven la transferencia de conocimientos y experiencias, lo que resulta esencial para consolidar una comunidad científica más integrada y robusta en la región.
Como miembro de la ACAL ¿qué esperaría usted de la institución, a corto, mediano y largo plazo?
–Como miembro de ACAL, esperaría que la institución priorice ciertos objetivos a corto, mediano y largo plazo para fortalecer su impacto en la comunidad científica latinoamericana.
A corto plazo, sería fundamental mejorar la comunicación entre ACAL y sus miembros académicos, reforzando la percepción de la importancia de la academia para posicionar a la ciencia latinoamericana como un actor central en la ciencia mundial. Estas iniciativas ya han comenzado con ACAL conecta y los boletines y puede ser reforzado con, encuentros virtuales y redes activas de intercambio de información científica.
A mediano plazo, ACAL debería enfocarse en fomentar una mayor participación de los académicos en sus actividades. A pesar de ser una organización prestigiosa, está subaprovechada por sus miembros. Para cambiar esta realidad, podría ser útil replantear las actividades existentes e implementar nuevas estrategias que resulten atractivas y accesibles para una mayor cantidad de científicos, promoviendo un sentido de pertenencia y compromiso.
A largo plazo, ACAL debería consolidarse como una plataforma clave para la colaboración científica regional, estableciendo programas y políticas que aseguren su protagonismo en la ciencia mundial. Esto requeriría una planificación estratégica orientada a garantizar la sostenibilidad y el impacto de sus iniciativas.
Como parte de los miembros directivos, quizás sea momento de reflexionar sobre cómo podemos rediseñar nuestras acciones para involucrar al resto de los académicos, asegurándonos de que ACAL alcance su máximo potencial como catalizador del avance científico en la región.
¿Cree que los jóvenes científicos latinoamericanos deben encontrar un espacio de interacción en la ACAL?
–Sí, los jóvenes científicos latinoamericanos deben encontrar un espacio de interacción en la ACAL. Un ejemplo de este tipo de iniciativa es el programa de Young Affiliates de la TWAS, que reconoce a jóvenes científicos y les brinda visibilidad a través de un perfil en su directorio. Además, los invita a contribuir con ideas sobre cómo la organización puede apoyar mejor a los científicos en países en desarrollo, a difundir oportunidades entre sus colegas y estudiantes, y a nominar candidatos para premios científicos. Estos jóvenes científicos se suman a una creciente red de algunos de los talentos más prometedores del mundo en desarrollo, aportando una valiosa energía y una perspectiva generacional a la Academia. También se les anima a ofrecer información sobre cómo TWAS puede responder a las necesidades de los jóvenes científicos en países en desarrollo. Un programa similar en la ACAL fomentaría la integración, la colaboración y el reconocimiento de jóvenes investigadores en la región.
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